La duración de una psicoterapia es muy variable, dependiendo de las características de cada caso y los objetivos que se marquen. Tanto la duración, como los objetivos se consensuan con el terapeuta en el plan de tratamiento.
Los tratamientos suelen tener tres fases. Una primera fase consiste en la evaluación; que normalmente comprende dos o tres sesiones. La segunda fase es el tratamiento en sí, que suele tener una periodicidad semanal. Posteriormente, una última fase de seguimiento con sesiones cada vez más espaciadas.